miércoles, 11 de junio de 2014

BITÁCORA SONORA



MI EXPERIENCIA EN LA RECOLECCIÓN DE SONIDOS


Vivimos en un mundo lleno de sonidos, pero por lo general no nos damos cuenta de cuantos de ellos oímos en nuestra vida habitual.  En todas las actividades que realizamos, estamos acompañados de sonidos, nuestro hogar,  alberga una gran cantidad de ellos; salimos a la calle y éstos se multiplican, vamos a nuestro trabajo y allí, habrá una serie de sonidos, que aunque estemos en otro ambiente, estos estarán presentes en alta o baja intensidad.

Si nos ejercitáramos en identificar, las cualidades de los sonidos, que nos son familiares, como el timbre de voz de un ser querido, la caída del agua en la ducha, el ladrido de nuestra mascota, el timbre del teléfono, etc,  la experiencia nos enriquecerá, nuestra percepción  y conocimiento del mudo sonoro.

La recolección de sonidos, nos amplia, la percepción y disfrute de la variedad sonora del espacio y la sensibilización de nuestros sentidos ante la variedad de sonidos. Personalmente, no había caído en cuenta de cuantos sonidos puedo percibir y el ejercicio de tomar un grabador, y concientemente  guardar un sonido en especial, me ha llevado a correlacionar dicho sonido con una u otra actividad y/o actitud ante el mismo; por ejemplo:  los ladridos de mi perro, concientemente me alertan de una situación poco normal y  me ponen en actitud de atención especial.

Hay  sonidos, que nos invitan a un estado de relajación y tranquilidad, como el cantar de un pajaro, el correr del agua o el suave sonido de los arboles rosándose a causa de la brisa.

La experiencia de haber recolectado algunos sonidos para desarrollar una Bitácora Sonora, ha sido maravillosa y seguramente son pocos los sonidos que consignaré en esta bitácora, puesto que me he dedicado a buscar algunos en especial,  pero me habrá ayudado a  apreciar mas en detalle los que me rodean en mi vida cotidiana.




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